Llegó a Estados Unidos a principios de los años 80, junto con sus seis hermanos, provenientes de Taiwan. Se crió al en Los Angeles y estudió Biología. Después de trabajar en algunos laboratorios de California decidió que su verdadera pasión estaba en el Interiorismo y la Arquitectura.
Se licenció en la Universidad de Illinois en 2008 y formó parte del colectivo de artistas del Departamento de Arte de Chicago donde comenzó a jugar con fuego. Hablamos con Pei-San Ng para que no cuente como empezó su pasión por un elemento que ya conocían los chinos en el siglo X.
¿Cómo elegiste esta disciplina, el trabajo con cerillas?
Mi marido, que también es artista, me lo sugirió. Estudié Arquitectura y uno de mis materiales favoritos de construcción eran los palos que se usan para fabricar balsas. Pero son demasiado caros, así que mi marido me sugirió que usara cerillas como material alternativo más barato.
¿Cuándo empezaste a trabajar con este material?
En 2009. Ese año fue justo el año siguiente a la fuerte recesión que sufrió Estados Unidos, y los arquitectos y los artistas fuimos de los primeros en sentir el declive de la economía. El Departamento de Arte de Chicago puso en marcha exposiciones temáticas y una de las primeras fue una exhibición en la que se preguntaba cuanto representaban 200 euros desde un punto de vista artístico porque esa era la cuota mensual que cada miembro del CAD (Chicago Art Department) tenía que pagar. Así que la primera pieza que creé tenía un valor de 200 euros.
¿Qué tipo de cerilla utilizas, si es alguna en concreto?
Utilizo las clásicas Diamond.
¿Cuántas empleas y qué tiempo te lleva crear uno de tus trabajos?
Para la pieza más compleja que he realizado utilicé 11.000 cerillas. Eso me llevó unas 200 horas aproximadamente.
‘Amor’ y ‘Deseo’ son algunas de las palabras que vemos en tus obras, ¿qué quieres trasmitir con esos mensajes?
El concepto de mi obra con cerillas radica en el material con el que trabajo, ¿qué significado tiene el fuego o la acción de quemar? ‘Amor’ creado con cerillas puede significar ‘amor en llamas’, o dicho de otra manera ‘pasión. Funciona bien con la gente porque es un hilo común en el ser humano. Muchos de nosotros hemos experimentado ese amor pasional una o más veces en nuestra vida. Tener pasión significa que hemos vivido.
El concepto de ‘Deseo’ lo extraigo de las reacciones del público que ve mis obras porque sienten el deseo de quemarlas. Ese deseo innato, ese impulso puede estar también relacionado con el de amor del que hablaba antes. El amor viene a través del deseo, a través del impulso y puede ser irracional.
Si te digo España, ¿qué referencia artística te viene a la cabeza?
Si pienso en arte en español me viene a la cabeza Gaudí, supongo por mi pasado como arquitecta.
¿Has pensado alguna vez en hacer elementos icónicos como una Torre Eiffel o un Big Ben o eso supondría rozar lo kitch?
Lo pensé en un primer momento, por un segundo, pero no es el tipo de estética que me gusta.
En la cultura china el rojo es símbolo de buena suerte y las cerillas representan el peligro; en la cultura mediterránea rojo es pasión y fuego es sinónimo de vida… ¿qué simbología tiene para ti?
Yo no veo peligro en las cerillas. Tiene el potencial pero ser peligroso, como cada cosa que tiene la capacidad para hacer el bien o el mal. Para mi las cerillas significan fuego y el fuego es una gran hallazgo para la humanidad. El fuego en el desierto es algo muy útil. Un incendio forestal es algo que a veces se necesario para algunas especies que necesitan ser germinadas. El fuego en la casa es calor de hogar, refugio.
¿Algún artista que te inspire?
Como asiática mi inspiración ha sido Maya Lin y Ai Weiwei. Como artista de la palabra mi inspiración es Jenny Holzer.