Aunque esta vez hay menos lazadas en las camisas, puede parecer que en la última colección de Gucci no hay nada nuevo. Alessandro Michelle sigue redifiniendo el estilo de la marca italiana, y tanto su espíritu como el de la casa, están anclados en la estética colorista y poderosa de los setenta.
Atrás quedaron los tiempos de sensualidad de Tom Ford o el estilo más elegante de Frida Giannini. Como aquella banda brasileña, Alessandro Michelle casou de ser sexy. Su propuesta es más aniñada y quizás más difícil de transcender a la calle. Trajes que no pasan desapercibidos, con estampados de flores o cuadros; chaquetas y batas de terciopelo, e incluso animales y corazones bordados en camisas. Michelle apela a la libertad. Esa es su propuesta y de nosotros depende incorporarlo o no a nuestro estilo.
Al igual que ocurrió con marcas como Fay o Lacoste, el clásico Snoopy vuelve también de la mano de Gucci. En este caso, no sólo aparece impreso en camisetas. Por el rollo desaliñado y un tanto infantil, con gorros de fantasía y cardigans de punto, sus modelos bien podrían pertenecer a la tropa de Peanuts. Tampoco faltó su particular homenaje a Bowie, con su nombre bordado en una de las chaquetas.