Lo dice Hunter S Thompson, mequetrefes, en ‘La Maldición de Lono’, de la que publicamos un jugoso extracto.
La editorial Sexto Piso acaba de publicar por primera vez en castellano ‘La Maldición de Lono‘, novela de 1980 de Hunter S Thompson (Louisville, Kentucky, 1937-2005). Thompson es el padre del periodismo Gonzo, género en el que, básicamente, el plumilla –un pieza, en el caso que nos atañe– se convierte en protagonista de la historia. Es también autor, entre otras, de las esenciales obras ‘Miedo y asco en Las Vegas’, ‘Hells Angels. La extraña y terrible saga de las bandas forajidas de motociclistas’ y ‘Los diarios del ron’. Dato luctuoso: Hunter, politoxicómano y amante de las armas de fuego, se descerrajó un tiro en su rancho en cuanto empezó a sentir los achaques de la vejez, ¡olé sus huevos!
Olé sus huevos también por el arranque de la novela, un intercambio de cartas que es un prodigio de descaro, desvergüenza y buenas ideas con respecto a cómo se corre un maratón.
Carta del director de la revista Running
Carta de Hunter S. Thompson
Sobre ‘La maldición de Lono’, una especie de miedo y asco en Honolulu, dice el joven Alejandro Parilli, quien ha tenido a bien leerla:
“’La maldición de Lono’ es otra excusa del nuevo periodismo para huir de casa, colocarse y volver a creer en el trabajo de los sueños. Durante la segunda mitad del siglo pasado, sobre todo en Estado Unidos, los periodistas se dieron el lujo de hacer lo que les diera la gana y, lo mejor, a gastos pagados. Diez años después de escribir ‘Miedo y Asco en Las Vegas’, en 1980, Hunter S. Thompson, vuela a Hawai para cubrir la maratón de Honolulu. otro narcoviaje lleno de copas y peleas con toda la basura de una cultura realmente primitiva, salvaje y corrupta. Se trata de una novela bizarra que hace de un día de pesca una aventura épica entre mescalina, explosivos y dioses del Pacífico. Aunque menos coherente que su viaje por Las Vegas, el autor compara y completa la historia con fragmentos de libros de mitología samoana, haciendo de ésta una novela interesante, retorcida y ligera.”
Buen trabajo, pequeño batidor.