Cuando el papa Juan Pablo II llegó a España, SEAT tuvo que construir en 15 días un papamóvil porque el oficial no cabía por las puertas del Bernabeu ni ell Camp Nou donde el sumo pontífice tenía programado oficiar sendas misas en plan Beyoncé en la Superbowl. Se hizo con la base de un Seat Panda.
Cuando el ahora rey Felipe cumplió la mayoría de edad, su padre le regaló un SEAT Ibiza que hubo que customizar y bajar el asiento del piloto para que le las largas piernas de actual monarca cupieran. Si ese coche hablara….
SEAT ha formado parte también de los inicios como piloto de rallys de Carlos Sainz, de los Juegos Olímpicos de Barcelona, de las giras de Shakira, y de la historia motorizada de mi familia y de muchas familias de este país. Cuando yo vine al mundo mi padre tenía un Seat 600 azul cielo en el que crecí, dormí, reí, lloré, jugué al “veo veo”,me mareé y vomité varias veces sacando la cabeza por la ventanilla delantera porque el 600 tenía dos puertas y el puerto de montaña una cueneta demasiado estrecha para parar sin ser arrollados. Así pasé mi infancia hasta que llegó el 124 a nuestras vidas ya en plena pubertad. Y así fueron pasando los años hasta hoy.
O mejor dicho hasta ayer. Porque ayer me reencontré con aquel 600. Bueno, no era el mismo, supongo que aquel hace tiempo que se convirtió en chatarra, sino uno de los miles de 600 que salieron de la fábrica que SEAT tiene en la zona franca de Barcelona. Ayer nos sentimos seres privilegiados, como cuando Leo DiCaprio te invita a su yate, De Niro a su casa o Kardashian a su cama. Vale, ninguna de esas cosas ha pasado ni pasarán nunca. Excepto lo de SEAT. Y con eso nos conformamos.
Ayer pudimos entrar en la nave 122, un gigantesco hangar donde la firma automovilística tiene las joyas de su corona: 300 modelos que resumen 60 años de su historia que es también la historia de España: desde el primer modelo que salió de fábrica (el Seat 1400), hasta el Car-experience que incorpora llave digital, pasando el único cabrio fabricado por la empresa (el 850 Spider), el coche oficial de los JJ.OO. de Barcelona 92 o un concept car que costó seis millones de euros desarrollar.
No hay forma de entrar en este excepcional museo si no es por invitación personal. No es por snobismo ni secretismo de la firma; más bien por lo complicado de abrir un espacio así al gran público. Pero como la historia de Seat es también la de muchos de nosotros, la firma quiere compartir con todo el mundo su tesoro (léase con la voz de Gollum). Por eso ha creado un museo digital en el que el usuario (o sea, todo hijo de vecino que tenga internet a su alcance) pueda caminar,ver y casi tocar (gracias a sus imágenes 360) los modelos más significativos de la marca. La web está en fase 2 y no tiene aún todo el enorme archivo gráfico e histórico de la compañía, pero están en ello y en poco tiempo irá creciendo.
SEAT 1400 (1953) .
El primer modelo que salió de la fabrica de zona franca. En 1953 se hacían 5 unidades al día y la fábrica contaba con 900 empleados. Hoy tiene 14.000 empleados y se fabrican 22.000 coches diarios.
SEAT 600 (1957) .
El coche que puso España sobre ruedas, el que acercó familias, el motor de la industria y el que inventó el veraneo… El primer 600 salió de con una precio de venta de 63.000 pesetas de la época (esto es muy gustoso de decir). No había ningún coche en el mercado con un precio tan competitivo y lo más cercano era una biscuter, una especie de motocarro, que costaba 42.000. Habías lista de espera de 2 años para conseguir uno y el último se fabricó en 1973.
SEAT 850 (1966) .
Nació por la necesidad de crear un coche para familias más grandes. El 850 inauguró la tradición de crear sagas del mismo coche (el dos puertas, el cuatro, coupé, cabrio…). Antes se fabricó el 800, alargando las líneas del 600 y el Seat 1500, de estilo americano y líneas art deco, que fueron durante muchos años los taxis de Madrid y Barcelona
SEAT 127 (1972)
Ha sido durante muchos años el segundo coche más vendido de la casa (un millón trescientos mil) solo superado por la joya de la corona, el Seat Ibiza que va ya cerca de los cinco millones de unindades vendidas. Recientmente el 127 ha pasado a medalla de bronce superado por el Seat León.
Con el 1400 se llegó al millón de unidades fabricadas; del 133 se vendió la patente a Egipto, así que no es difícil ver este coche por las calle de El Cairo; el Toledo fue el primero en tener su versión eléctrica para abrir la Maratón de Barcelona 92; el Seat Toledo con el que se llegó a los 10 millones de unidades vendidas (ahora van por los 17) y así un sinfín de datos, curiosidades, peculiaridades y fotos en blanco y negro con ese toque nostalgia, camisas anchas y pelos lacados que molan mucho.
Por cierto que lo último en lo que andan los de SEAT es en crear la llave digital que acabe con la física y que permita, entre otras cosas, poder dejarle el coche a un colega, hijo, novia o compiyogui a través del móvil. Mooola, ¿no?