¿Qué coño es España? Esta publicación pretende, durante el verano, explicar qué es España y cómo somos los españoles por medio de su cultura popular. Para empezar hemos querido hablar de música. Si los extraterrestres viniesen a invadirnos y si Gurb llegase disfrazado de Marta Sánchez a Barcelona, podríamos ponerles esta lista de canciones y entenderían por qué somos un pueblo fascinante.
Por Crispas y Ángel Ramos
Descarga Revista Don GRATIS en el App Store (iPad) y en Play Store (Android).
1.’El novio de la muerte’. Himno de la Legión
Esta es una de las canciones más hermosas que se han escrito en castellano. Originalmente, el himno de la Legión era un cuplé que interpretaba Lola Montes en los cabarets de Madrid. Cuando Millán Astray lo escuchó dijo “¡A mí la Legión!” y el resto es historia. Una oda al amor romántico y a la muerte: un hombre tiene que separarse de la mujer amada para ir a luchar al frente, un hombre al que “un gran dolor le mordía, como un lobo, el corazón”. Podría ser perfectamente un poema de Machado. Llamadnos fachas (aunque seamos declaradamente transversales), pero no podemos evitar que se nos ponga la carne de gallina cada vez que esto suena:
“Y en el último beso que le enviaba
su postrer despedida le consagraba.>
Por ir a tu lado a verte
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi Bandera”
Escuchad la versión de Javier Álvarez y llorad hasta que se os ponga cara de Pérez-Reverte.
2. ‘Érase una vez’ de Paco Ibáñez
José Agustín Goytisolo, el hermano mayor de los también escritores Juan y Luis, escribió este poema donde invertía el papel de los personajes de los cuentos infantiles y que el cantautor Paco Ibáñez tuvo a bien poner música e incluir en su trilogía dedicada a los poetas españoles titulada ‘Los unos por los otros’ en la que se incluyen otras más conocidas como ‘A galopar’ (un poema de Alberti) o la escalofriantemente bella ‘Palabras para Julia’ también de José Agustín Goytisolo que, años más tarde, grabarían también Los Suaves y Kiko Veneno. A nosotros ‘Érase una vez’ nos suena a Transición (todos los papás tenían a Paco Ibáñez en casa), a 23F y a democracia. También un poco a lo contradictorio que es ser español, a eso tan nuestro de querer estar en misa y repicando.
“Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos.
Y había también
un príncipe malo,
una bruja hermosa
y un pirata honrado.
Todas estas cosas
había una vez,
cuando yo soñaba
un mundo al revés”.
3. ‘Mi querida España’ de Cecilia
Himno tardofranquista por antonomasia interpretado por Evangelina Sobredo Galanes, más conocida como Cecilia (nombre que toma. Hija de diplomático Cecilia tuvo una infancia y una adolescencia a caballo entre lugares tan dispares como Estados Unidos, Inglaterra o Jordania. De su contacto con otras culturas, y gracias a una monja estadounidense que le dio clase, le vino su afición por el folk. Cecilia sonaba diferente porque como otros “niños bien” de la época se había criado musicalmente lejos de ese aburrimiento llamado franquismo. Que sí, que daba mucho trabajo y no había delincuencia, pero en términos culturales y de divertimento era un poco coñazo. En fin: Cecilia fue, sin querer casi, un soplo de aire más que fresco y nuestra primera cantautora que se atrevió con el inglés y los temas feministas. En la versión original, Cecilia cantaba “Mi querida España, esta España mía, esta España muerta”. La censura hizo su trabajo con ella y nos llegó una versión aparentemente más naive pero totalmente desgarradora sobre vencedores y vencidos y vendas negras sobre carne abierta:
“Quién pasó tu hambre, quién bebió tu sangre cuando estabas seca…”
4. ‘El Imperio Contraataca’ de Los Nikis
Hubo una época en la que el sol no se ponía en nuestro Imperio. Los españoles fuimos la hostia: descubrimos un nuevo continente, el mayor hallazgo de la Historia moderna hasta que apareció Internet y Twitter y Grindr y el Pokémon Go. Esta canción nos recuerda que España es una gran nación y está llena de Españoles, muy españoles y mucho españoles. Una declaración de principios sobre la gamberrada, como bien se explicaba en este artículo de esta casa a día de hoy completamente incomprendida. Dato este muy de los habitantes de la piel de toro: dar por hecho que siempre poseen la verdad y que pueden embestir con ella.
“1582, el sol no se ponia en nuestro imperio
me gusta mucho esta frase.
Con los Austrias y con los Borbones
perdimos nuestras posesiones.
Esto tiene que cambiar
nuestros nietos se merecen
que la historia se repita varias veces”.
5. ‘Hay un hombre en España’ de Astrud
Esta canción es puro costumbrismo español. Así somos los españoles. Lo sabemos hacer todo y todo bien. Es normal que nos hayamos criado en la idea de que fuera nos tienen envidia y de que por eso vienen a nuestras playas y a nuestros hoteles porque allá afuera, más allá de esa frontera natural y psicológica que son Los Pirineos, no hay quien viva (aquí no). Antes de que las redes sociales normalizaran el termino “cuñao” los Astrud, ese dúo formado por dos catalanes internacionales, habían escrito este pedazo de tema que nos recuerda que somos una Unidad de Destino en lo Universal y en hacerlo bien de narices. Entre los autores de este artículo hay una división: una parte piensa que la canción le recuerda a Del Bosque y otra a Rajoy.
“Hay un hombre en España que lo hace todo,
hay un hombre que lo hace todo en España.
Es el que te coge los bajos del pantalón,
era el cura que te dio la primera comunión.
Hay un hombre en España que lo hace todo,
hay un hombre que lo hace todo en España”.
6. ‘Opinión de mierda’ de Los Punsetes
Vivimos un momento de locura total con Twitter y Facebook. Todos tenemos que opinar sobre todo, aunque no tengamos ni puta idea. Caca culo pedo pis. Y si no me gusta lo que dices o si piensas distinto, al paredón. Conclusión, deberíamos prohibir que la gente opinase en Internet. Todos seríamos mucho más felices. Decid lo que queráis pero la democracia a la turca nos parece de lo mejorcito que le va a pasar al mundo.
“España necesita conocer tu opinión de mierda
La gente necesita que le des tu opinión de mierda
Un montón de temas sueltos e inconexos
Aguardan el veredicto del experto
Todo lo que piensas es importante
Mejor que lo sueltes cuanto antes
Formas parte de ese noventa por ciento
De gente que se cree mejor que el resto”
7. ‘Españolear” de Luis Lucena
Cosas del destino: una canción que creíamos obsoleta y propia del subdesarrollo de otros tiempos vuelve a ponerse de moda gracias a la crisis económica. Sí, queridos lectores, hace solo una década los turistas eran una gente molesta a la que había que intentar atraer hacia establecimientos de mayor calidad y ofrecerle más visitas culturales y menos barras libres. En fin: alcanzada la Champions League de la economía era una molestia recibir a ciudadanos extranjeros de clase media que nos afeaban los paseos marítimos y se nos meaban y vomitaban en cualquier monumento histórico. Desgraciadamente nuestros sueños de abandonar el furgón de cola de Europa nos ha llevado a aceptar que tendremos que emplear a más gente como camareros y que los turistas son un mal necesario. Pero, eh, que nadie se ponga triste. Como bien dice Luis Lucena vienen aquí porque esto es la hostia. Ya quisieran ellos tener nuestra alegría natural y esta imperiosa necesidad que nos recorre el cuerpo de cuando en cuando de marcarnos un Pascual Duarte. De la impecable canción de Luis Lucena nos quedamos con el maravilloso término “españolear” que, en el fondo, es una declaración de intenciones en toda regla y define bastante bien eso tan nuestro de salir por ahí a disfrutar de la vida y de las cosas sin preocuparnos demasiado por lo que dice el IBEX. Recuerda: puedes “españolear” siendo español. De hecho “españolear” es algo que vienen los turistas a hacer aquí porque no pueden hacerlo en su país de origen.
Buscan nuestro sol, nuestra alegría
Cosas que no tienen por allá
Cosas que no tienen por allá
Españolear, Españolear
Es lo que hacen los turistas
Cuando vienen por acá
Españolear, Españolear
Ellos saben que lo nuestro
Les da la felicidad
8. ‘Gibraltar español’ de José Luis y su guitarra
José Luis Martínez Gordo pasó a mejor vida en febrero de este mismo año. Fue un jiennense tranquilo, que descubrió la música por casualidad cuando cursaba Ingeniería de Obras Públicas en la Complutense de Madrid. Fíjense si sería un hombre bueno que su primer éxito musical fue una canción que compuso mientras cumplía con el servicio militar universitario y que estaba dedicada a su novia de entonces, María del Carmen, titulado “Mariquilla bonita”. Pues bien, este santo varón, este dechado de virtudes cívicas, este español ejemplar se convertía en un león, en un basilisco, cuando le tocaban ese tema tan intermitentemente candente de la soberanía sobre el Peñón de Gibraltar. No es para menos. Menuda cara dura los de la Pérfida Albión. Ya les vale. Que se vayan de una vez y que nos dejen a los monos que comenzamos a estar hartos de que todos los veranos nos estrellen un submarino nuclear frente a nuestras costas y que se estén forrando con lo de ser paraíso fiscal y centro del contrabando de tabaco. El tema sigue candente y, por lo tanto, la reivindicación de José Luis y su guitarra –la de ambos, la de toda una nación- sigue vigente y más viva que nunca. Mucho más cuando algunos dirigentes de VOX han sido detenidos recientemente por desplegar la enseña nacional en el dichoso Peñón. Nos parece mal. Le pedimos al gobierno entrante que mande más veces a Álvaro Ojeda, nuestro delicioso compañero de OK Diario (un hombre cuya tez recuerda a la de cualquier miembro del Sindicato Andaluz de los Trabajadores pero que es neoliberal…un hombre transversal, como toda España. Ni de izquierdas, ni de derechas), a charlar con los monitos del Peñón y que, dios no lo quiera, si los ingleses lo encierran y tiran la llave protesten enérgicamente ante semejante atropello.
Esta es la verdad, la pura verdad
Esta es la verdad, sobre Gibraltar
1704, el mes de julio
Una gran flota viene, suena el cañón
Y el Archiduque Carlos, se rinde a nuestra gente
Pero no a los ingleses, el Peñón
9. ‘Y viva España’ de Manolo Escobar
Campo minado aquí. Como ustedes saben en la última celebración del Bayern de Munich por la consecución del título de la Bundesliga sonó el ‘Y Viva España’ de Manolo Escobar para homenajear a los jugadores españoles de la plantilla y al entrenador Pep Guardiola. Hubo cierta incomodidad y muchos dijeron que a Pep no le hizo gracia por ser de la deriva nacionalista-catalana. Nosotros creemos que no, que fue tal su sorpresa por escuchar semejante temazo que quedó paralizado por el stendhalazo o, mejor, que se quedó pensativo ante la posibilidad de que la afición del Bayern se estuviera apropiando culturalmente de algo tan español como Manolo Escobar cantando a voz en cuello la canción. Que no sufra Pep, “Y Viva España” es un pasodoble, sí, pero un pasodoble compuesto por dos belgas: Leo Carters y Leo Rozenstraten. El temón fue publicado en diversos idiomas y cantado por muchos intérpretes pero nosotros nos quedamos con la versión de Don Manolo Escobar, español ejemplar que supo mezclar su faceta de cantante popular con la de coleccionista de Arte Contemporáneo. Sí, esto es incluso más sorprendente que el hecho de que ‘Y viva España’ sea una canción de procedencia belga. A nosotros nos flipa Manolo, nos flipa todo lo que ha hecho y, sobre todo, nos flipa que algo tan español como un pasodoble pueda ser apreciado fuera de nuestras fronteras. Nada que objetar. Somos un regalo para el mundo. Somos universales. Nosotros inventamos la alianza de civilizaciones y le otorgamos al Nuevo Mundo la ciudadanía española sin andarnos con los remilgos de ahora.
Entre flores, fandanguillos y alegrías
nació mi España, la tierra del amor.
Sólo Dios pudiera hacer tanta belleza,
y es imposible que puedan haber dos.
Y todo el mundo sabe que es verdad,
y lloran cuando tienen que marchar.
Estribillo:
Por eso se oye este refrán:
Que viva España.
Y siempre la recordarán.
Que viva España.
La gente canta con ardor:
Que viva España.
La vida tiene otro sabor,
y España es la mejor.
10. ‘Suspiros de España’. El Cigala y Bebo Valdés
Pasodoble de Antonio Álvarez Alonso que no tuvo letras hasta que en 1938 Juan Antonio Álvarez Cantos le puso una para que la cantara Estrellita Castro en la película ‘Suspiros de España’. Esta película de Benito Perojo fue rodada en los Estudios UFA de Alemania y formó parte del grupo de colaboraciones culturales entre Franco y Hitler que además de bajitos eran bastante cinéfilos. La canción huele a guerra y a tristeza por todas partes, a lejanía del hogar y, en general, se te agarra al corazón como una garrapata se agarraría a un mastín. Eso también es España: estar enfadada con ella todo el rato pero echarla de menos un montón cuando te alejas un ratito. No sabemos si esto es parte de una relación tóxica que mantenemos con nuestro propio país o que, en el fondo, nos queremos todo el rato bien y mal. Hemos elegido la versión de “El Cigala” y Bebo Valdés porque no queremos pasar la ocasión de recordar que sonó en el entierro de Manuel Vázquez Montalbán y fue parte de la película ‘Soldados de Salamina’, posiblemente una de las mejores películas que se ha escrito sobre el drama de la reconciliación y el perdón en nuestro país.
Quiso Dios, con su poder
fundir cuatro rayitos de sol
y hacer con ellos una mujer.
Y al cumplir su voluntad
en un jardín de España nací
como la flor en el rosal.
Tierra gloriosa de mi querer
tierra bendita de perfume y pasión
España en toda flor a tus pies
suspira un corazón.
Ay de mi pena mortal
porqué me alejo España de ti
porqué me arrancan de mi rosal.
11. ‘Sureños’ de Silvio y Sacramento
Silvio Melgarejo es el rock y es el nuevo Flamenco. Lo conocerás como “Silvio” o no lo conocerás porque siempre fue un verdadero maldito. No hay manera de hablar de Silvio sin hablar de Sevilla, la ciudad que fue su refugio, su cárcel, su libertad y también su condena y de su carácter libérrimo dado a la buena vida y a las malas costumbres. Pocos han entendido mejor por donde iban los tiros de la música española que él que fue uno de los impulsores de que el flamenco pasara de los tablaos turísticos, las tabernas recoletas y las fiestas patrocinadas por algún señorito a ser materia de discusión en las universidades y fuera convenientemente modernizado (para bien) y entregado a las masas. Por desgracia también a los desaprensivos. Pero eso es harina de otro costal. ‘Sureños’ es un temazo que resume muy bien lo que es ser español y pasar bastante de todo, va de saber llevar el compás de forma natural y de ser Dylan y Rafael Farina a la vez. Es muy España lo de Silvio, o era muy Marca España lo de ser un genio y no tener ninguna conciencia de ello.
Al sur de la Gran Bretaña yo me siento acomodado.
La vida se me pasa, pero yo aquí me he quedado.
Como tonto, como sabio, yo por oro no lo cambio,
aunque sólo de milagro me mantengo.
Somos víctimas propicias de una antigua maldición,
tenemos que ganar el pan con el propio sudor.
Menos mal que aquí en Sevilla la vida tengo ganada,
porque con tanto calor sudo aunque no haga nada.
Hay más sureños, se reproducen más.
Hay más sureños, se nota en el compás.
Hay más sureños, habremos muchos más.
Sureños de norte a sur.
12. ‘Déjame vivir con alegría’ de Vainica Doble
Gloria Van Aerssen y Carmen Santonja fueron las fundadoras de Vainica Doble, un dúo muy loco y talentoso reivindicado durante años por todos los que han querido ser alguien en la música española. Con razón porque el talento de ambas señoras no tiene, posiblemente, parangón, en nuestro panorama. La brillantez de las letras y la calidad musical del dúo ha sido siempre fuente de inspiración para propios y extraños y nos parece más que bien. Se nos cae la baba cuando pensamos en las reuniones para bordar –literal- que las Vainica Doble, Elena Santonja (hermana de Carmen, famosa por ser la presentadora de ‘Con las manos en la masa’, la canción era de Vainica Doble y Sabina) y Chus Lampreave organizaban regularmente. Nos hubiera gustado asistir, ciertamente. ‘Déjame vivir con alegría’ es reivindicar ser españolazo pero sin las tonterías esas de creerse lo más, no decir ni pío del pasado imperial y reconocer que somos un poco de vivir, como decían las abuelas, “a la última pregunta”, es decir, con lo que da la tierra. Nos flipa que, hace unos años, ser de izquierdas fuera ser muy español. Un poco lo que ha intentado recuperar Podemos pero que les ha salido regulero sin que sepamos por qué. Bueno, sí: hay que escuchar más a Vainica Doble.
Oscurita es mi pigmentación,
y mi cuerpo es enjuto y resistente,
rubias gentes me tienen compasión
porque me falta algún diente
y entre dientes me río yo.
Con un dátil por alimentación,
con un dátil yo inventé la democracia,
con un dátil yo te gano el maratón,
no me hace ninguna gracia
que me tengas compasión.
13. ‘Himno del PP’, de Manuel Pacho
Nuestra teoría es que la gente vota al PP porque tiene un himno pegadizo que debemos al compositor Manuel Pacho. ¿Debería estar en una lista de las mejores canciones pop españolas de las últimas tres décadas? Diremos que sí. Un puto temazo. Es imposible no tararearla o silbar cada vez que suena. Sientes un estendalazo de alegría y felicidad, como cuando entras en el Corte Inglés en Navidad. Incluso la versión latina mola, aunque no sea necesario adaptar el himno a los nuevos tiempos, porque sólo con el original el PP podría gobernar durante los próximos 100 años.
14. ‘Made in Spain (la chica que yo quiero)’ de La Década Prodigiosa
Hay que reconocerle a La Década Prodigiosa dos cosas tremendas: haberse hinchado a vender discos y haberlo hecho siendo un combo que hacía, básicamente, medleys de éxitos de ayer y hoy. La aportación de La Década Prodigiosa a la música, en general, ha sido muy corta. Normal. Eran un grupo en plan verbena que siempre hacía versiones de otros excepto en contadas ocasiones. Pese a todo en 1988 los mandamos a Eurovision cuando su estrella ya se iba apagando y, por narices, los tuvimos que mandar con una canción original. La cosa salió bien y ‘Made in Spain’ quedó en un honroso sexto lugar pese a la acumulación de topicazos (en España somos de topicazos) patrios y a la idea esa un poco vieja de convertir España, la patria-país, en una bella mujer de la que caer completamente enamorado. Toma Marca España.
Dónde está? – Al sur del paralelo cuatro-tres
La chica más loca y más fría
¿Qué tendrá, que lleva de cabeza al que la ve?
Cambiándole con su filosofía
‘Made in Spain’ tatuado en su piel
Cien mil watios de sol alumbrándome cada día
Made in Spain, pasaporte especial
Ella es Made in Spain, la mejor garantía
Pero yo, las horas de abstinencia estoy fatal
Todas resultan tan frías
Que al final me gana con su vena natural
Si yo estoy mal me da energía
15. ‘Un beso y una flor’ de Nino Bravo
Chindar de España. Salir corriendo porque no hay donde esconderse. Lo llevamos haciendo desde 1492, más o menos. Dejadnos soñar con que esta preciosa canción de Nino Bravo va de irse de España y echarla de menos como echamos de menos los españoles, cuando ya no hay más remedio que alejarse y, ya desde la distancia, añorar lo que hemos dejado atrás. Echar de menos, también, con un poco de alegría. ¿Nos equivocamos? El cantante valenciano, el pobretico, sufrió muchas veces que confundieran el sentido de sus canciones y, albricias, la dictadura de Pinochet convirtió su “Libre” en un himno neoliberal sobre las bondades de cargarse a Allende e instaurar una dictadura militar. Lo nuestro, al menos, es bonito.
“Dejare mi tierra por ti dejare mis campos y me iré
lejos de aquí
cruzare llorando el jardín y con tus recuerdos partiré
lejos de aquí
de día viviré pensando en tu sonrisa
de noche las estrellas me acompañaran
serás como un luz que alumbra en mi destino
me voy pero te juro que mañana volveré
al partir un beso y una flor un te quiero una caricia y un adiós
es ligero equipaje para tan largo viaje
las penas pesan en el corazón
mas allá del mar abra un lugar donde el sol
cada mañana brille mas
forjara mi destino las piedras del camino
lo que nos es querido siempre queda atrás”
16. ‘Latino’ de Francisco
No se crean que no nos quedamos con ganas de tirar todos nuestros vinilos de Francisco por la ventana cuando nos enteramos de lo mal que maneja este hombre su vida sentimental y las palabras gruesas que dirige a los que entiende como sus detractores. Muy mal, Francisco. No hay que dejarse llevar por el calentón. Hay que ser un caballero. Ante todo. Pero no nos hemos podido resistir a este temazo que nos representó en el Festival de la OTI de 1981 y con el que el cantante se alzó con el triunfo (lo hizo también en el 92 con “Adonde voy sin ti”). Diremos que el artista no tiene por qué estar a la altura de su obra y que ‘Latino’ es un compendio de todo lo bueno que tiene ser español y hombre. Un hombre que no sepa del término “post feminismo”. Así eran los hombres antes. No nos pronunciamos sobre si era bueno o malo. Los hombres, algunos hombres, eran un poco como Francisco.
No es por casualidad que yo tenga el color
Del trigo en el verano.
No es por casualidad que tenga yo mi hogar
Junto al Mediterráneo.
Que sienta el corazón como una bendición
Que guarda mis anhelos
Para colmar de amor, de fuego y de ilusión
A la mujer que quiero.
Latino, tengo el calor de una copa de vino.
Mitad señor, mitad correcaminos,
Como una estrella sigo mi destino.
Bohemio con la mirada de un loco risueño,
Algo poeta y forjador de sueños,
Un vagabundo solitario al Sol
17. ‘La vida sigue igual’ de Julio Iglesias
No podía faltar Julio Iglesias en una muestra de música española y, mucho menos, su temazo estrella. Sí, amigos, a veces en España nos gusta que las cosas sigan igual, que el alcalde sea elegido por la gente del pueblo del alcalde que quiere a ese alcalde y que, más o menos, podemos seguir con nuestra plácida vida. No hay nada malo en ser conformista y, mucho menos, cuando la selección no gana nada y las revoluciones han quedado pospuestas. Bien lo sabe Julio que ha conseguido seguir siendo español pese a vivir en la distancia y tener hijos con dos mujeres de diferentes nacionalidades. Para él la vida sigue igual y para nosotros, más o menos, lo mismo porque, como decía aquel personaje de Valle-Inclán aquí no se mueve ni el viento. Bueno, hasta que nos da la ventolera.
“Unos que nacen otros morirán
unos que ríen otros lloraran
aguas sin cauces ríos sin mar
penas y glorias guerras y paz
Siempre hay por quien vivir y a quien amar
siempre hay por que vivir por que luchar
al final las obras quedan las gentes se van
otros que vienen las continuaran la vida sigue igual”