Por fín llega a nuestras pantallas ‘Assasin’s Creed‘, la esperada adaptación cinematográfica de la exitosa franquicia de videojuegos de Ubisoft. Ha sido un parto largo y difícil, no exento de problemas, expectación tremenda y casi dos años de rodaje por diversas partes del mundo para conseguir que el espíritu de videojuego no se diluya en la visión hollywoodiense de un gran superproducción de cine.
Este macroproyecto coral, es fruto de una producción conjunta entre la desarrolladora de videojuegos Ubisoft, New Regency y la mítica 20th Century Fox, lo cual implica que no han reparado en gastos para que tanto los amantes de los videojuegos, como los aficionados al cine de acción en general, no se sientan defraudados por una adaptación, que a priori, se adivina complicada y difícil.
Pero recapitulemos…
EL JUEGO
En 2008 dio comienzo una saga que a día de hoy, entre actualizaciones, versiones y relocalizaciones, ronda ya alrededor de 15 títulos diferentes, formando una franquicia de culto donde se aúnan acción, aventura e historia. Envuelta en una fabulosa factura gráfica y apoyada por por una jugabilidad, originalidad y profundidad en el guión que convirtió el título en referente y sin el cual no se entenderían gran parte de la nueva generación de juegos actuales, que maman directa o indirectamente del revolucionario concepto con el que nos sorprendió a todos hace ya más de ocho años.
Estamos hablando de Ubisoft, y esta gente sabe lo que se hace. El mimo, el cuidado y la excelencia de sus trabajos son el sello de esta empresa creadora de varios de los más impactantes juegos del panorama mundial. El juego ha evolucionado con el tiempo adáptandose a los nuevos retos tecnológicos y a las nuevas plataformas, acrecentando su leyenda y ampliando su icónica familia de cuchillo fácil, transportándonos por los diferentes retazos de la historia, sin complejos y sin perder un ápice de personalidad en sus propuestas.
Más de 73 millones de copias vendidas por todo el mundo lo avalan.
EL ABSTERGO
La serie está inspirada libremente en la novela ‘Alamut‘ del escritor esloveno Vladimir Bartol, y propone un viaje a través del ADN de sus protagonistas, auspiciado por la entidad Abstergo y usando la tecnología del Animus para ponernos en la piel de sus antecesores Assassins y de esta manera recorrer los pasajes de la historia en los que se enfrentarán las 2 facciones en liza, los Assasins y los Templarios en la búsqueda de los Frutos del Edén.
Bajo esta premisa nos codeamos con la Inquisición en la Edad Media, con el maestro Da Vinci en la Venecia del Renacimiento, la conquista del Oeste americano, la hermandad de piratas del Caribe o la revolución industrial del Londres de comienzos del siglo XX, entre otros momentos de la historia.
Todo un recorrido histórico en un formato de acción-aventura, sigilo y de mundo abierto, que se retroalimenta y evoluciona conforme van sacando nuevos títulos.
LA PELÍCULA
Con esos mimbres, se han asociado con dos de las más potentes productoras cinematográficas del mundo y una apuesta para intentar reventar las taquillas tanto como reventaron el mercado mundial de los videojuegos. Con esa idea contrataron a Justin Kurzel que venía de rodar una galardonada y muy visual versión de ‘Macbeth’ y que se traía de la mano al inefable Michael Fassbender, un actor todoterreno, que reluce en todo lo que hace. Marion Cotillard y Jeremy Irons se sumaron al proyecto y dado que gran parte del rodaje se realizó en España podemos ver a una pléyade de actores españoles encabezados por Javier Gutiérrez y Carlos Bardem entre otros.
Y es que el filme se ubica a caballo entre el Madrid de la época actual y la Sevilla medieval del Inquisidor Torquemada, permitiéndonos disfrutar tanto de un Madrid con el estadio Vicente Calderón al fondo como de una Giralda a medio construir desde la que los protas se lanzan sin pudor.
El resultado desde nuestro punto de vista es desigual, como poco, la trama es confusa y adolece de una falta de ritmo por momentos que contrasta con la espectacularidad de las escenas de acción y la cuidada imaginería visual que destila cada plano del Abstergo. El trío constituído por Los Fassbender, Cotillard y Irons, sostienen dignamente el apartado interpretativo, si bien las fallas del guión y lo abrupto del final no llegan a conseguir que olvidemos el cliché tan utilizado de que no hay adaptación buena de un videojuego y recordemos sonoros fracasos como el doloroso ‘Mario Bros’ o el infausto ‘Príncipe de Persia’.
La película te deja una sensación de ideas atropelladas y de acción desaforada pero carente de ritmo, con lo que prevalece la decepción (otra vez) de que una buena base para un guión se pierde en los intentos de crear un producto de alto consumo que no tiene en cuenta el potencial de una historia arriesgada y compleja que podría haber encajado mejor en una propuesta más personal y respetuosa con el espíritu del videojuego. Mención aparte merece la prótesis probóscide que luce Javier Gutierrez haciendo de Torquemada, digna del Cyrano más excesivo y que nos hace olvidar cualquier intento serio de interpretación del personaje.
Al final no hay que olvidar que esto es historia ficción y entretenimiento a partes iguales, con lo que a pesar de los intentos fallidos de darle una pátina de profundidad y poso a una desdibujada historia, no deja de ser un contexto en el que el protagonista se abre camino a limpio porrazo por los espectaculares escenarios virtuales que jalonan este quiero y no puedo. Los amantes del cine de acción intrascendente y liviano la disfrutarán como nadie, y eso es en definitiva el objetivo final de los estudios: que se llenen las salas y nos dejemos de profundidades.
Recomendamos que te compres los juegos , lo flipes, vayas a ver la peli y con el bajón y lágrimas en los ojos, los vuelvas a jugar para que se te pase.