Saúl Craviotto llega a la entrevista acompañado de su secretaria. Nos saluda, se muestra agradable y humilde. Bromea con el fotógrafo y le pregunta si va a dibujarle los abdominales con Photoshop, reconoce haber perdido forma durante las vacaciones. Sin embargo tiene buen aspecto, está relajado y rebosa felicidad tras su éxito por partida doble en Río.
Eres el deportista español con más éxitos olímpicos de tu generación, ¿Cómo compaginas el entrenamiento con tu trabajo de policía nacional?
Con organización se consigue todo. A veces los días son un poco largos, pero dentro de la policía son todo facilidades, nos ayudan a competir en el extranjero y nos dan una especie de liberación antes de las competiciones importantes.
Han pasado dos meses desde las Olimpiadas de Río, ¿cómo es tu día a día?
Todavía no he vuelto a la rutina, la empiezo a echar un poco de menos. Para mí el deporte no es una obligación ni es un trabajo, es mi pasión. Hago lo que puedo entre viajes, actos y demás. Intento ir a correr, al gimnasio, hacer un poco lo que me permite la agenda.
¿Llevas una dieta estricta?
La nutricionista nos da unas pautas con las que nos organizamos: hacer cinco comidas al día, comer tantas piezas de fruta, tantos litros de agua… Nosotros ya somos adultos para saber lo que nos jugamos y somos conscientes de que la alimentación es el combustible del cuerpo. De vez en cuando, me apetece una pizza o una hamburguesa, como a todo el mundo.
Cuando vuelves al entrenamiento habitual, ¿qué clase de ejercicios haces?
Entreno de lunes a sábado, de 4 a 6 horas al día. Practicamos más deportes a parte del piragüismo para no aborrecerlo. El ejercicio atlético beneficia al trabajo aeróbico, el core es útil para el tema postural, el gimnasio ayuda a ejercitar la fuerza y el crossfit la fuerza hipertrofia. Todo lo que sea tronco superior lo trabajamos mucho, los músculos por excelencia son los dorsales, tríceps, bíceps, pectorales, oblicuos y la faja abdominal.
¿Qué competiciones tienes en mente?
Los Juegos Olímpicos de Tokio son mi mayor reto. Pero la experiencia me ha enseñado a fraccionar los objetivos en corto y medio plazo, porque mantener la motivación durante cuatro años es muy difícil. Ya he pasado por esto otras tres veces y sé lo que me espera. Tengo 31 años y la juventud está subiendo fuerte, tienen ganas de jubilarme, pero yo soy peleón y se lo pondré difícil [risas]. Tengo muy claro que si sigo hasta Tokio es porque veo claramente que puedo optar a una quinta medalla olímpica.
¿Cómo has sobrellevado tus lesiones?
Por suerte no he sufrido muchas, en parte por mi deporte, que no es de contacto como lo son el fútbol o el taekwondo. Pero una vez tuve un microtraumatismo en un tendón de la muñeca que me dio bastante guerra. A nivel psicológico fue bastante duro, sientes impotencia al no estar al cien por cien.
Solo se habla de piragüistas cada cuatro años,¿por qué?
Es evidente que los éxitos obtenidos en los JJOO tienen más repercusión que otros campeonatos o los mundiales. Lo que he notado es que el piragüismo ha ido ganando en adeptos desde las medallas conseguidas por David Cal en Atenas 2004 y creo que Río ha sido el boom. He tenido mucho seguimiento a través de las redes sociales, he doblado seguidores en Instagram, en Twitter. Mucha gente se queda mirándome o me para “¡Un momento, tú eres Craviotto, enhorabuena!”. Aunque ni por asomo se iguala al tema del fútbol.
¿Cómo es trabajar con Reebok?
Más que trabajar hemos creado un vínculo de amistad. El grupo personal que hay detrás de Reebok es increíble y la verdad que trabajar con ellos es súper sencillo. Además trabajar con una marca reconocida a nivel internacional como Reebok es un orgullo y una motivación más para mí.
¿Qué consejos les darías a los más jóvenes que deciden iniciarse en el deporte?
Pues ahora que estoy dando charlas a colegios siempre barro un poco para el mío. Me gusta que los niños hagan piragüismo, pero siempre recomiendo que toquen un gran abanico de deportes y que practiquen aquellos que les llame la atención. Que disfruten, que se empapen de los valores que te da el deporte: compromiso, superación, amistad y compañerismo. Ellos no tienen que sentir presión, deben de hacer deporte porque es positivo en general y para coger buenos hábitos alimenticios.
¿Y otro consejo para los que deciden iniciarse en el deporte con treinta y tantos?
Creo que nunca es tarde. Lo más importante es estar motivado, coger rutina y consolidar objetivos. Creo que es positivo, no solamente por el aspecto físico sino por el mental: un día que estoy agobiado, salgo a correr 30 minutos, me doy una ducha y estoy como nuevo.
En España se está imponiendo cada vez más la cultura del deporte.
Yo recuerdo que hace quince o veinte años no se veía a tanta gente corriendo por la calle. Ahora hay como una especie de fiebre increíble por el deporte. Vas a los gimnasios y están llenos, ahora también está muy de moda el tema del crossfit, las spartans y el running.
¿Te ha cambiado mucho la vida desde que eres padre?
Eso sí, antes cenaba a las diez y pico, ahora ceno a las ocho, llevo un horario de guiri. Pero yo creo que me ha cambiado a mejor y ¿qué te voy a decir? Es un momento de felicidad increíble.
Todavía es pronto para saber si Saúl participará en las olimpiadas de Pekín 2020. Lo que es seguro es que va a trabajar duro para demostrar que aún le queda cuerda para rato.